SEMANA SANTA EN TEPEJI, LA MÁS ANTIGUA DEL PAÍS


Reportaje Especial de Revista PROPUESTA

*La Hermandad del Santo Entierro y sus 300 años

*Las Reglas las que le dan legitimidad

*Los nuevos tiempos

*Homenaje a don Florentino Altamirano

Por: Gabriel Pérez Torres.

Por si los tepejanos no lo sabían, el elemento que da fama nacional a los actos religiosos del municipio de Tepeji del Río, Hidalgo, en la tradicional Semana Santa es “La Herrmandad del Santo Entierro” y su “Procesión del Silencio”.

La aventura de urgar en la historia ha permitido saber que la Hermandad del Santo Entierro como una cofradía se funda en el Viejo mundo en el renacimiento y llega a estas tierras del Tepexic nahualt y del Otlazpan Otomí en plena época de la colonia Española. Por eso no hay datos de una tradición tan Antigua como la de la Hermandad del Santo Entierro y sus encapuchados con los colores y reglas de más de 400 años de existencia, mismas que hasta nuestros días podemos admirar con toda solemnidad en las calles de este municipio, principalmente en la noche del Viernes santo.  

Sin embargo la hermandad en Tepeji, se había perdido en el tiempo y es en 1952, hace 67 años que fue refundada por obreros de la fábrica La Josefina, lo cual nos congratula porque revista Propuesta cumple a su vez 16 años de vida periodística en este abril del 2019. Revista PROPUESTA en estos años ha dado cobertura a través de reportajes y entrevistas de este hecho religioso e histórico y a personajes relevantes de esta tradición de la Semana Mayor en nuestro municipio. Para este número ofrecemos una recapitulación histórica y la revelación de elementos novedosos que han hecho evolucionar en organización y presencia a esta tradición Tepejana.



La Hermandad, la Cofradía y los Cofrades

Terminada la conquista de los españoles sobre el imperio Azteca en 1521, vino la pacification y luego la colonia la cual duró 300 años, es decir hasta 1800 , y con ello la llegada de nuevas formas culturales traídas del Viejo mundo. La Semana Santa es una de ellas, indivisiblemente ligada a la “Hermandad del Santo entierro”.

En Tepeji la Hermandad del Santo Entierro y su procession, adquiere fama a nivel nacional ya que al llegar los conquistadores y Franciscanos a Tierras del Otlazpan y el antiguo Tepexic, esta tradición nacida en Sevilla España desde 1570 llega en la época Novohispana a Tepeji del Río en 1697, es decir es una tradición antiquisima de por lo menos 300 años en México y 100 más de antiguedad desde su Fundación en Sevilla, es decir se consideraría la más Antigua de México llegada desde el Viejo mundo a la fecha en un period de aproximadamente 400 años.

Una Cofradía o hermandad es una asociación de fieles católicos, que cuentan con toda una estructura, reglamentos y organización. Tradicionalmente se admiten tres tipos: Penitenciales, las que hacen pública penitencia en Semana Santa; Sacramentales, las que cultivan como objeto básico la devoción y adoración hacia el Santísimo Sacramento; de Gloria, que fomentan el culto a alguna advocación mariana o algún santo.


Las reglas, las que dan legitimidad a una hermandad o 

cofradía

En el argot cofrade se denomina Libro de Reglas a una de las insignias principales -quizás la más importante- de cuantas se integran en el conjunto de una Hermandad o Cofradía, pues representa un símbolo de su legalidad. Es por eso que este Libro, donde aparecen escritas las Reglas por las que se constituye la Hermandad o Cofradía, es siempre objeto de un trato especial por parte de ellas, que le procuran un cuidado exquisito en su guarda y custodia a lo largo del tiempo. Las reglas siempre deberán  ser avaladas por la autoridad eclesiastica.

Libro de Reglas de la Hermandad de La Lanzada de Sevilla, de 1593. Todas las cofradías tuvieron desde siempre unas ciertas Reglas para su fuero interno, que se reformaban a lo largo del tiempo según las necesidades del momento. Dichas Reglas se guardaban cuidadosamente escritas, a mano sobre pergamino o impresas en papel, a veces con ilustraciones de sus santos titulares realizadas con acuarela o a la cera.

El Cofrade precisamente es el integrante de una hermandad de cualquiera de los tipos antes descritos, que cumple con los objetivos y reglas de la hermandad. Nadie que no tenga reglas liturgicas avaladas por la autoridad eclesiastica podrá llamarse hermandad.

Desde aquel entonces la Hermandad del Santo Entierro que se estableció en Tepeji, se ha dedicado a la penitencia pública en Semana Santa. Lo que hace importante a esta cofradía tepejana son sus antiguas raíces novohispanas, pues la convierte en el principal elemento de todos los actos religiosos de estos días de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, es decir: en la Hermandad o Cofradía de los fieles tepejanos giran fundamentalmente los actos de la Semana Santa.


La historia comienza en Sevilla España.

 “La Hermandad del Santo Entierro” fue fundada en Sevilla España. Es tradición que fue el rey conquistador de Sevilla, San Fernando, el inspirador y fundador de esta hermandad, a raíz del hallazgo de una primitiva efigie del Señor Yacente entre dos paredes de una casa del barrio de los Humeros, en donde edificó una capilla al sitio denominado del monte Calvario, inmediato a la puerta Real (una de los accesos a través de las murallas de Sevilla), en el que más adelante, con parte de la casa-palacio de Hernando Colón, fue fundado el colegio de San Laureano de la Orden de la Merced.

Según la documentación disponible, estaba ya fundada hacia 1570, en el convento de San Laureano de los Humeros, pero al cerrarse este, en 1810, a causa de la invasión francesa, las imágenes estuvieron en varios templos. Reside en San Gregorio de forma definitiva desde 1870, quedando ligada institucionalmente al Ayuntamiento de Sevilla. No salía anualmente, hasta que empezó a hacerlo con asiduidad el Sábado Santo de 1956.

El Ingeniero Octavio Jiménez Ramírez historiador e integrante de la hermandad del Santo Entierro en Tepeji del Río, impulsa desde hace dieciséis años las actividades culturales-religiosas de la parroquia de San Francisco. Nos comenta precisamente, y así lo escribió en un artículo publicado en Propuesta, que esta tradición católica en nuestro municipio es única en Hidalgo y de las pocas en el país, ya que en archivos encontrados por este historiador tepejano se documenta que La Hermandad del Santo Entierro de Cristo Nuestro Señor, fue fundada en 1697, donde da referencia que:

[…] en el año de 1697 se constituye por vez primera la Hermandad del Santo Entierro de Cristo Señor Nuestro, sus estatutos y obligaciones de la hermandad se concentraron en un libro de 1689, actualmente guardado en el archivo parroquial de Tepeji del Río. Estuvo a punto de desaparecer en el año 1995, año en que se reestructura para continuar la devoción al Santo Entierro. Dicha hermandad viste de hábitos similares a los de los monjes y cubren sus caras con capuchones. El color de estos hábitos es amarillo o blanco, color que significa el gozo por la resurrección de Cristo. Capa color púrpura que refiere la sangre que derramó Cristo por amor a los hombres. Un elemento distintivo de los cofrades es su medalla cofrade con el símbolo de la Hermandad, esta medalla se les otorga a los hermanos que han participado por lo menos tres años consecutivos en las actividades de la cofradía. Los pasos o andas con imágenes que saca la hermandad el viernes santo son: la Urna del Santo Entierro y el Santo Cristo de Caña, además de abrir la procesión con la Cruz del Pastor Universal.[…]


La Semana Santa

Recordemos que esta actividad religiosa en el mundo, es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable, entre marzo y abril según el año. La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. Oficialmente, la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y termina justo antes de la Misa de la Cena del Señor en la tarde del Jueves Santo. La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al vivir durante cuarenta días en el desierto, previos a su misión pública. También simbolizan los cuarenta días que duró el diluvio, además de los cuarenta años de la marcha del pueblo Judío por el desierto y los cuatrocientos años que duró la estancia de los judíos en Egipto. A lo largo de este tiempo, los fieles católicos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. La Cuaresma tiene cinco domingos más el domingo de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico.

Por eso, en la misa católica no se canta el Gloria al final del acto penitencial, excepto el jueves santo, en la misa de la cena del Señor, ni el Aleluya antes del evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el morado, que connota duelo, la penitencia y el sacrificio a excepción del cuarto domingo que se usa el color rosa y el Domingo de Ramos en el que se usa el rojo referido a la Pasión del Señor.¹


¿Quién organiza las actividades de Semana Santa en 

Tepeji?

En las localidades del municipio y en la zona urbana, la grey católica a través de sus sacerdotes, los grupos pastorales y los fieles, se suman para realizar cada etapa de los actos litúrgicos. En las comunidades depende de cada parroquia ubicada en el territorio municipal la organización y celebración de estos actos. Es en la zona urbana donde la celebración de la pasión y muerte de Jesucristo adquiere un realce especial por la cantidad de participantes y la historia que trae tras de sí esta representación. En Semana Santa los integrantes de la Parroquia de San Francisco con sus dieciséis grupos pastorales, Dolorosas, Movimiento Familiar Cristiano, Adoradores nocturnos, grupo de liturgia e integrantes de los coros son en quien recae el peso de las actividades.

Como ya hemos mencionado, elemento que da fama nacional a la Semana Mayor en Tepeji es que esta tradición fue fundada hace trecientos años en la época llamada Colonial o Novo-hispana y donde está presente la Hermandad del Santo entierro, es decir, data de cuando el dominio español estaba en su apogeo en las tierras descubiertas de nuestra América. Recordemos que Tepexi y Otlazpan eran pueblos Otomíes y Nahuas, donde los Frailes Franciscanos llagaron a evangelizar y unificar a estas poblaciones, por lo que el culto católico fue impuesto a los naturales.

Dentro de las herencias culturales llegadas de España está el fervor de Semana Santa. Al instalarse un convento Franciscano en Tepeji, los frailes enseñaron los actos litúrgicos a los pobladores, entre los más importantes fue sin duda, la procesión llevada a cabo por la hermandad del Santo Entierro de aquella época del Coloniaje Español.


La Refundación de la Hermandad, el Santo Entierro y la 

evolución de la Semana Santa

Al parecer la Cofradía del Santo Entierro habría desaparecido por varios años, pues los historiadores locales enmarcan como acontecimiento histórico está refundación en 1952, donde a la fecha (2019) tendrémos 67 años de esta segunda etapa. Han dado cuenta de que en ese año un Ingeniero de origen Catalán de nombre José Terre I Tornamira, quien fue contratado por la antigua Fábrica textil La Josefina, a la par de su trabajo se dio a la tarea de convocar a los trabajadores de esta primer fábrica en nuestro municipio para organizar La Procesión de Semana Santa con la integración de los encapuchados de la Hermandad, siendo Presbítero el Sacerdote Felipe del Águila, todos estos personajes refundaron la Cofradía y reanudaron las actividades de la Semana Mayor.

Como ahora sabemos la Semana Santa en Tepeji tiene como evento principal la veneración del Santo Entierro, imagen de la cual se nos da información en los libros de nuestros escritores: Monografía de Tepeji de José Antonio Zambrano y en el proyecto del libro Hasta que me muera. Historia de una Cofradía, de Octavio Jiménez, en ellos coinciden datos en el sentido de que:

[…] es un Cristo de gozne que actualmente se guarda en una urna de Cristal en la parroquia de San Francisco y que pertenece la época de la Colonia, donde según la leyenda en el año de 1678 de manera misteriosa apareció esta imagen, partida en dos cajas que era cargada por una mula y que los frailes de aquel tiempo recogieron y cuidaron para su adoración.[…]

De esta manera la Imagen del Santo Entierro en la urna de cristal, la cual es exhibida en la noche del Viernes Santo, está elaborada en una anda de madera de pino estofada en oro y policromada con un peso de 200 kilogramos, es cargada por los encapuchados o cofrades, utilizando un paso especial, una especie de contoneo que igualmente tiene un significado religioso y es parte del libro de reglas de los cofrades.

A la par de la imagen principal que es el Santo Entierro, existe el Cristo de Caña, imagen cuya factura encontrada en los registros del archivo de la parroquia, data de entre los años de 1700. Esta imagen que hace años salía en el recorrido del viernes santo representa a Cristo en la Cruz y está creada a partir de caña de maíz.


Homanaje al señor Florentino Altamirano quien cargo 47 

años el Cristo de Caña

Quizá algunos aún recuerdan que el Cristo de Caña era cargado por el señor Florentino Altamirano Soria, quien con su vestimenta de Cofrade y encapuchado, con esa imponente altura de 1.75, cargó por 40 años esta imagen cada Viernes santo.

Cabe destacar que don Florentino cuenta con una edad actualmente de 92 años, fue trabajador de la fábrica La Josefina, quien desde los veintitrés años y a invitación del Ingeniero Terré se integró a la Hermandad. En muchas ocasiones encabezó La Procesión del Silencio, siendo imponente su presencia que iba acompañada de los demás encapuchados y por los tambores de la banda de guerra. Al señor Florentino, se le conocía como don Lotario, y de manera amable en el 2003, cuando nuestra Revista tenía tres años de existencia, nos concedió una entrevista de sus anécdotas y vivencias del Tepeji de ayer y su tradición del Viernes santo. Ahí nos mencionó que en la primera Semana Santa de la refundación de la hermandad en 1952, salieron cuatro cuadros bíblicos y el grupo de cofrades, entre los que participaron fueron además de don Florentino, los señores Manuel Ramírez (El Cerillo); Alfonso Ortiz; Luis Gómez (Mata víboras); Manuel Ortiz, Manuel Ávila y Joaquín Trejo. Todos con una estatura de 1.70, lo que destacaba a ese grupo.

En el 2010 tuvimos una segunda entrevista, ahí dio cuenta de la restauración que se hizo del Cristo de Caña, la cual fue posible gracias a los donativos de varios ciudadanos. También se lamentó que en el 2008, siendo párroco el sacerdote Julio Lomelí, el Cristo se haya caído de su pedestal haciéndose pedazos. Desde el 2011 se nos informó que fue reconstruido, pero ya no es sacado la noche del Viernes Santo como tradicionalmente se hacía. Para esa fecha el señor Altamirano ya no participaba en las actividades, y es que reconoció que al ingresar una nueva generación de jóvenes cofrades encabezada por Octavio Jiménez, fortalecieron las reglas de la Hermandad. Ante las nuevas reglas don Lotario comentó que ya había pasado su época.

Es importante mencionar que el joven Edgar Curiel Sílva quien participa con encapuchados en la parte de los cuadros bíblicos, ha denominado a su agrupación “La Cofradía del Cristo Dolido”, donde en este 2019 sus integrantes tendrán una segunda participación en la noche de la Procesión del Silencio del Viernes santo, y ha expresado que su participación será un homenaje a don Florentino Altamirano, y su contribución a la historia de nuestro municipio.

Después de la refundación en 1952, en los años 60, 70, 80 y 90 se tuvo estabilidad en la organización de esta tradición. A lo largo de cuarenta años se escribieron anécdotas, hechos y personajes que quedaron en la historia, donde seguramente abuelos y padres de la actual generación de tepejanos contribuyeron con su participación a un tramo de la identidad y valores que heredan a las familias del mañana.


La segunda refundación

A finales de los años 90, las actividades de Semana Santa sufrieron un decaimiento, a tal grado que en 1995 la hermandad estuvo a punto de desaparecer. Sin embargo, se integró una nueva generación de jóvenes encabezados por Octavio Jiménez, quienes comenzaron a fortalecer la hermandad del Santo Entierro. Entre su equipo se destacaron Edgar e Ivonne Curiel, Luis Manuel y su esposa Patricia Cano, Jaime Zamudio entre otros entusiastas tepejanos.


Los nuevos tiempos: mujeres cofrades y tecnología

Impulsada por nuevas generaciones de fieles, la Semana Santa en Tepeji ha logrado fortalecerse en cada una de sus actividades, incluso desde el inicio de la cuaresma. Son ya sesenta y siete años de esta tradición desde su refundación y trecientos desde su creación. Las calles y las comunidades de Tepeji logran un respiro en los agobios de las necesidades económicas y la violencia. Es época de unión familiar, ya que regresan a esta ciudad cientos de tepejanos que por diferentes circunstancias radican en otros estados o fuera del país. De hecho, la parroquia de San Francisco ha incursionando en la tecnología, pues con esta ocasión, serán tres años que se ha abierto un canal en internet para que cualquier tepejano o persona, en cualquier parte del mundo pueda vivir la Procesión del Silencio de este pequeño rincón de México. Como signo de esta evolución y de los nuevos tiempos, desde hace dos años se han integrado a la Hermandad mujeres cofrades, hecho que desde el inicio de esta tradición estaba reservada sólo para los varones. Hoy en día participan 150 hermanas que están identificadas en la estructura como Damas de la Hermandad del Santo Entierro, y son parte de seis secciones o comunidades: San Buena Ventura, San Mateo Buena Vista, Santa Ana Atacapotzaltongo, Cantera de Villagrán, San José Piedra Gorda, Quelites y la zona centro. Ellas visten hábito negro y su capirote o capucha del mismo color, aunque al igual que otros cofrades, después de tres años de participación podrán lograr otros niveles dentro de la hermandad. Cabe destacar que dentro de la organización el hermano mayor es el Párroco Miguel Angel Rangel.

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